¿Es el fútbol un virus o hay un virus en el fútbol?

 por Carlos Andrés Valencia (cav770628

La industria lo ha convertido en la enfermedad misma 

Sé que te llama mucho la atención este título y para quienes somos muy apasionados pensaremos de inmediato que el deporte no es un virus y que probablemente hay un virus en él. Pero antes de abandonar esta lectura, por más estoica que parezca, por más “seudo-superación” del ser, te invito a que te quedes y al final, quizás, tendrás otro punto de vista.

 Y sí. Hay que analizarlo bien en este momento que podemos hacer esa pausa, esa misma que precisa una actualidad que no tiene precedente inmediato, al menos de esta generación que va a un ritmo frenético y a veces incontrolable.

 Pensemos por un momento en esto: ¿Es el deporte realmente deporte? ¿o ha mutado a ser una de las más poderosas industrias del siglo XXI? Y remitámonos a un solo deporte, para hacerlo más fácil; el fútbol, por ejemplo. ¿Sigue siendo el mundo igual, el comportamiento de las personas igual, las bolsas de valores igual, sin él? Ahí es donde entra mi cuestionamiento. Al caerse los precios de la industria del espectáculo, las televisiones, los patrocinios, se ve afectado tremendamente no solo los deportistas, sino las casas de apuestas, las marcas que auspician, los mismos equipos, la prensa deportiva, blogs y volggers deportivos, entre muchas otras cosas. Lo mismo hace el virus cuando entra a un cuerpo, lo corrompe desde adentro y lo minimiza hasta donde puede, incluso hasta la muerte.

 El fútbol, según la revista Delloit, es una industria que generó en el 2018, 28.400 millones de dólares y se estima que, para este año, el 2020, pueda llegar hasta los 40 mil millones. Y si sumaran le resto de los deportes no alcanzaría ni a la mitad de lo que genera el fútbol. Hoy por hoy se calcula que de los 7.5 mil millones de habitantes que tiene el plantea, 4 mil millones son seguidores del fútbol, convirtiéndolo en toda una industria apetecible para el merchandizer, todo lo relacionado con la publicidad y con la industria del entretenimiento.

 Ahora, imaginemos por un segundo que todo esto se pare del todo (creo que a estas alturas ya no hay que imaginarlo) y pensemos cuánto dinero se va a dejar de facturar por la coyuntura actual y mundial del Covid-19.  Son miles de millones solo en fútbol y no se calcula bien cuánto puede ser en todos los deportes del mundo, sería una cifra difícil de pronunciar, seguramente.

 Ya que llegamos hasta acá, entendiendo todo lo que afecta al deporte, sea porque haya o sea porque no, ¿su actuación no les parece similar a la de un virus? A mí me sabe que sí. ¿Ha dejado de ser el deporte, eso… un deporte? También me parece que sí.

 Si nos referimos a la etimología de la palabra deporte está muy lejos a la actual y, aunque hay muchas discusiones sobre su origen, la más resumida es “hacer ejercicio” y esto realmente ya no es. La competencia, la victoria, los “héroes” (o deportistas), los torneos o copas, los símbolos, los colores, las ciudades, los estadios, las ropas, incluso hasta ciertas músicas, son ahora un resumen del verdadero significado del deporte, lo que ataña en sí mismo a la palabra. Es decir, que a través de los tiempos, el deporte en sí ha mutado; como lo hacen los virus. 

 Los virus afectan al organismo y se multiplican… Podría decirse que el deporte actual hace algo parecido desde una óptica apocalíptica. En la actualidad el deportista y quien lo sigue está afectado para bien o para mal, más por el parón que hay en muchos países y que se ha multiplicado a casi todos los rincones del planeta.

 ¿Está el mundo enfermo sin deporte, sin fútbol? Es difícil responderlo de manera tácita. Yo podría decir que sí, o por lo menos, parezco algo enfermo. Pero es que también parecemos enfermos cuando estamos con él. Si él, ando taciturno, es poca la motivación para hablar de algo, escribir de algo. No veo la TV, no leo la prensa… El desánimo parece aterrador cuando lo narro así, pero la verdad es que así es.

 Y sé que muchos están así, a la espera de una vacuna, no solo para el Covid-19, sino para esta soledad tan espantosa, para la ausencia de esta pasión que nos mueve; y creería que la vacuna misma para todos nosotros es la enfermedad en sí…

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