Bipolaridad Américana

América de Cali pierde con el Internacional

Un equipo bipolar intentó hacer su gesta en una noche fría de Porto Alegre


Después de la tormenta y como más calma he tenido el tiempo de reflexionar en lo que dejó el partido de Copa Libertadores.

 

Y es que cuesta entender qué le pasa al América de Cali. ¿Por qué pareciera ser dos equipos? Uno defendiendo y el otro atacando. Pareciera sustraerse en momentos puntuales cuando el equipo rival quiere castigar con gol.

 

Pasó en Barranquilla contra Junior y pasó también en Cali; a la cancha salió un equipo soso, pesado y más despistado de lo normal. Como me dijo un seguidor: “está bien que pase una, hasta dos veces, pero tres ya es inadmisible”. Y pienso igual. La recurrencia desdibuja el buen trabajo de algunos y marca profundamente el pobre proceder de otros.

 

Y surgen las preguntas: ¿acaso es un mal planteamiento táctico? Pero si se sigue la línea de Alexandre Guimaraes y con la ausencia de dos jugadores, la parte medular del equipo es casi la misma. Probablemente la responsabilidad del técnico se presenta cuando pasan estas cosas; pero yo quiero llegar hasta el fondo. Él es el máximo responsable, ¿pero será toda su culpa?

 

Una voz interna me dice que no. Y es que, a las claras, se nota el bajo rendimiento de varios jugadores como Marlon Torres, Eder Chaux, Juan Pablo Segovia, entre otros. Lentos, cometiendo errores de juveniles como malos perfilamientos, retrocesos torpes y, sobre todo, los peores errores que pueden cometer los defensas, llegadas a destiempo.

 

Y Chaux. ¿Qué le pasa a Chaux? El arquero de Selección Colombia ha tenido unas desavenencias que no le conocía. Llegó al América mostrando ser seguro tanto por arriba como por abajo, seguro de sí mismo y controlando su área. Ese arquero no ha aparecido en su totalidad en estos tres partidos y preocupa que este parón tan largo haya afectado sus condiciones, así como las de los defensas.

 

Hay otros jugadores que no están al nivel como Rafael Carrascal que últimamente ha querido hacer la personal y casi siempre pierde el balón. Carlos Sierra que no lo veo cómodo no sé si es por falta de ritmo o no se halla donde lo pone Juan Cruz Real. Velasco que aunque no se le ve tan mal, ha tenido desatenciones que no son típicas de él y Daniel Quiñones; este último sí que está irreconocible.

 

Pero no todo es oscuridad en América. A pesar de que a Juan David Pérez se le nota incómodo y seguramente la falta de ritmo le esté afectando tremendamente, el pelado Santiago Moreno está demostrando su gran calidad y personalidad en este equipo al que no es fácil ganarse un puesto como juvenil. A todos les cuesta y si no, miremos el caso del “Ratón” Quiñones que ha perdido la titularidad y ha sido relevado, incluso, por jugadores que no cumplen el perfil de lateral.

 

Otro caso en Adrián Ramos que es el claro ejemplo de lucha. Si bien comenzó lento y muy impreciso, con trabajo y sacrificio ha demostrado que se puede volver al nivel.  No solo fue el gol que rompió con ese gafe que tenía tras su llegada a América, sino su trabajo de capitán que hace mover al equipo completo.

 

Y, por último, Duván Vergara. ¿Qué haríamos los americanos sin él? Costará mucho reemplazarlo cuando ya no esté en el equipo y es de los poco que ha mantenido su nivel y, mejor aún, lo sigue levantando.

 

En conclusión, a América le está costando su regreso al fútbol. Porque no es solo perder partidos, es también la pérdida hegemónica de un grande. Y lo resumo así. Perder una final en el Pascual, cosa que nunca había pasado y luego perder contra Internacional que nunca en su historia se había perdido con ese equipo.

 

A esperar que coja ritmo en la liga con el trasegar de los partidos y quizás, con más dogma que ciencia, esperar que los jugadores y el equipo en general recomponga su camino; ese mismo que mostró en el campeonato pasado.

 

 

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